domingo, 9 de diciembre de 2012

L.N. Tolstoi a A.A. Fet

 
Yásnaya Poliána, 12 de mayo de 1861.

Lo abrazo de alma, amable amigo Afan. Afan., por su carta y por su amistad, y por que usted es Fet. A Iván Serguéevich quisiera verlo, y a usted diez veces más. Tanto tiempo no nos vimos, y tantas cosas nos pasaron a nosotros ambos desde entonces. De su actividad económica yo no dejo de alegrarme, cuando oigo y pienso en ella. Y me siento un poquito orgulloso, de que siquiera un poco contribuí a ésta. No yo debería hablar, no usted debería escuchar. El amigo bien, pero él morirá, se irá de algún modo, no alcanzarás de algún modo tras él; y la naturaleza, con la que se casó mediante un acta de compra, o de la que nació por herencia, aún mejor. Mi propia naturaleza. Y está fría, y no indulgente, e importante, y exigente, pero en cambio es ya tal amiga, que no perderás hasta la muerte, y al morir, te irás pues todo a ella. Yo, por lo demás, ahora me entrego menos a esa amiga, tengo otros asuntos que me arrastran, pero aún, sin esa conciencia de que ella está ahí -cuando me tambaleo, hay de quien agarrarse-, sería malo vivir. Dios le dé éxito, éxito, que lo alegre su Stepánovka. Que usted escribe y va a escribir, de eso yo no dudo. A María Petróvna le estrecho la mano y le ruego no olvidarme. Una particular desdicha será, si no estoy donde usted el actual verano, y cuándo no lo sé.
L. Tolstoi.
Imagen: Ivan Kramskoy, Portrait of the Writer Leo Tolstoy, 1873.